Qué pasa viajeros! Después del sueño vivido en Tortuguero, tocaba poner rumbo al pacífico, concretamente a Manuel Antonio. El viaje a Manuel Antonio fue de los más largos, casi 7 horas ni más ni menos. Tienes que atravesar Costa Rica desde la zona del Caribe hasta el Pacífico, pero es un viaje entretenido y que hay que hacer para conocer bien el país.
Hay una parada obligatoria: Tárcoles y su famoso puente, desde el cual puedes ver cocodrilos. Nosotros hicimos todo el viaje hasta Tárcoles del tirón (unas 5 horas, pilla de pasada) y paramos allí a comer, hay un par de sodas al lado del aparcamiento. Las vistas desde el puente molan bastante, hay ratos que los cocodrilos parecen muñecos porque no se mueven mucho, pero cuando se mueven…
Aprovechamos para comer algo en la soda «El Guacimo» al lado del puente. Nos decantamos por el almuerzo típico de CR: casado (arroz, frijoles y un plátano frito acompañado de carne) por unos 5$ por persona y bastante bueno!
Con el estómago bien lleno continuamos el camino hasta Manuel Antonio un par de horas más, nosotros elegimos alojarnos en la zona del parque pasado el pueblo, ya que solo íbamos a estar un par de noches y queríamos estar cerquita de la entrada. Si vas a estar más de dos días (útiles) en Manuel Antonio te recomendaría alojarte en el pueblo ya que es más barato pero si solo vas un día o dos no dudes en quedarte en el Parque, tendrás la entrada a escasos pasos y podrás aprovechar más el tiempo.
Nosotros elegimos el Inn on the Park por 143$ los dos las dos noches con desayuno (y piscina), destacar que está a escasos metros de la entrada del parque y de la playa, que sinceramente no nos gustó en exceso pero tampoco íbamos a eso. El desayuno se sirve en otro hotel (te llevan en un carrito de golf por una cuesta brutal) y tanto el desayuno como las vistas son increíbles. Un 10 a este hotel!
Una vez llegamos salimos a dar un paseo por la playa y nos relajamos en la piscina del hotel, después comimos algo en una soda cercana, no recuerdo el nombre era una hamburguesería con un toque surfero. Comimos hamburguesa los dos y luego nos tomamos un mojito (así que no sería muy caro). Después volvimos al hotel a descansar para estar a tope al día siguiente en nuestra visita al parque.
El parque abre de martes a domingo a las 7 am y vale 16$ pp (a no ser que seas tico que te saldrá más barato como en todos los parques del país).
A las 6 am estábamos en pie para ir a desayunar y prácticamente abrir el parque. Después de desayunar nos acercamos a la puerta a comprar la entrada y comenzamos la aventura. Recomendamos llevar cámara, agua, bikini, un pañuelo para la playa (o toalla pequeña), crema solar y algo de fruta o algún snack para picotear, hace calor y aguantar sin comer ni beber es una locura.
En el parque hay muchísimos animales pero es importante que vayais en silencio y pendientes de lo que tenéis a vuestro alrededor. Nosotros vimos: iguanas, perezosos, mapaches, cangrejos de colores…
Mientras estábamos en la playa más famosa del parque un niño costarricense nos regaló uno de los mejores momentos del viaje: se nos acercó corriendo diciendo «muchachos, muchachos, un sloth, un sloth», nosotros nos miramos y nos costó un rato procesar que sloth significa perezoso, le seguimos hasta un árbol que teníamos a escasos metros y allí estaba, un perezoso con su preciosa cría en el pecho, ambos alimentándose. No se puede explicar con palabras… Fue una pasada!
Manuel Antonio ofrece bastantes rutas (son fáciles de seguir ya que están señalizadas) y hay para todos los gustos. Nosotros estuvimos andando unas 3 horas y luego nos relajamos en la playa. La verdad que, por lo menos en la principal, no hay muy buen snorkel ya que el agua suele estar super revuelta y aunque es clarita no conseguimos ver nada.
Sobre las 17 volvimos al pueblo y fuimos a comprar unos souvenirs, hay una calle llena de tienditas de pulseras, imanes, decoración en madera… allí descubrimos un grupito de monos que correteaba por todas partes: saltaban entre los cables de la luz, se tiraban a los coches y se acercaban a niños que les daban fruta, una locura!
Esa noche nos apetecía cambiar un poco de menú y nos decidimos por el «Manuel Antonio Falafel Bar», es una terraza con mucho rollito (hay que ir en coche porque está en la carretera que une el pueblo con el parque) y cenamos un plato cada uno con un refresco, 10$ por persona. La calidad de la foto es bastante mala pero…
Esa noche nos despedimos de Manuel Antonio, decir que vale la pena visitarlo porque el parque es espectacular, pero yo no le dedicaría más de dos días ya que es la zona más turística en la que estuvimos y más explotada por así decirlo y por lo tanto no fue de las preferidas (aunque es solo nuestra opinión). Aún así sigue siendo PURA VIDA.
VIAJAR COMO FORMA DE VIDA 
Como mola no? Que pasada! Me entran ganas de preparar un viaje a Costa Rica el año que viene!
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